miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ni bombón, ni bellota: burbuja.

Ella niña. Ella dulce, sueña. Siempre con colores claros, siempre color de rosa. Con un mundo que no permite negros, ni grises. Un mundo que promete perfecciones y felicidades absolutas y eternas. Vestidos largos y amplios, banquetes y fiestas modernas, cuentos de hadas con hadas madrinas que cumplen deseos y hacen posible lo inimaginable. Cuerpo ideal, sonrisa ideal, marido ideal, trabajo ideal, casa ideal, auto ideal, convivencia ideal, vida ideal, hijos ideales, colegios ideales, futuros ideales. Ella compra lo que le prometen y cree en esa promesa. Lo pedís, lo tenés. Ella compra, compra, compra. Tarjeta de crédito que se llama Aurora. Claro que existe el príncipe azul, claro que existe el amor para toda la vida, claro que después de 30 años seguimos enamorados, claro que no hay peor ciega que la que no quiere ver. La que limpia cenizas y cree que mientras baile con su príncipe, el reloj nunca va a dar las doce; la que mientras duerme durante siglos cree que el beso del amor verdadero la va a despertar de su sueño eterno.
¿Quiere despertar?
Ella niña. Ella dulce, sueña. Siempre con colores claros, siempre color de rosa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario